Decenas de mujeres denunciaron robos y acoso durante las fiestas en las calles con motivo del final del año. La presunta implicación de solicitantes de asilo en estos abusos alimentó las críticas de los grupos xenófobos y de ultraderecha contra el Gobierno de Angela Merkel.
El nuevo responsable de la Policía de Colonia, Juergen Mathies --nombrado precisamente tras el cese de su predecesor en medio del escándalo--, ha prometido en rueda de prensa que más de 2.000 agentes patrullarán las calles a partir del jueves, el doble que durante el Carnaval de 2015. También habrá más zonas iluminadas y vigilancia con cámaras de seguridad.
Mathies ha advertido de que las fuerzas de seguridad actuarán con contundencia contra cualquier tipo de violencia y ha recomendado a la población que evite los disfraces con armas falsas, según recogen los medios alemanes.
La alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, ha instado a la población a festejar el Carnaval con confianza y ha subrayado que trabajarán para impedir que se pueden repetir incidentes como los de Nochevieja. No obstante, ha admitido que el Ayuntamiento es incapaz de ofrecer una garantía de "seguridad absoluta".