El Consejo de Seguridad de la ONU se suma a la labor de resucitar el proceso de paz

AGENCIA EFE 11/05/2009 16:02

Los quince miembros del máximo órgano de Naciones Unidas urgieron hoy a israelíes y palestinos a alcanzar una paz duradera en Oriente Medio, al tiempo que afirmaron su respaldo a una "actuación diplomática vigorosa" que prosiga las negociaciones entre las dos partes en conflicto desde hace más de medio siglo.

"El Consejo de Seguridad reitera su llamamiento a la reanudación urgente de los esfuerzos de las partes y la comunidad internacional para alcanzar una paz integral, justa y duradera en Oriente Medio, sobre la base de una región con dos Estados democráticos", asegura el documento.

La declaración fue adoptada por unanimidad tras una reunión encabezada por el responsable de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, en calidad de presidente de turno del máximo órgano de la ONU, a la que también asistieron sus homólogos francés, Bernard Kouchner, y británico, David Miliband.

El texto califica de "irreversible" el progreso logrado por las partes en las negociaciones llevadas a partir de la cumbre de Annapolis (Maryland, EE.UU.) de 2007, y se les insta a respetar los compromisos adquiridos en la mesa de diálogo.

Asimismo, se respalda la propuesta de celebrar este año en Moscú, en una fecha por determinar, una conferencia internacional sobre Oriente Medio.

La declaración tiene como objeto sumar la voz del máximo órgano mundial en asuntos de paz y seguridad a los intentos por reanudar el diálogo entre palestinos e israelíes, aseguró Lavrov en una conferencia de prensa posterior a la reunión.

"La pausa en el proceso de paz en Oriente Medio se ha terminado, y hemos dejado claro que no hay espacio para hacer una nueva valoración del proceso", apuntó.

El jefe de la diplomacia rusa señaló que la voluntad expresada por el Consejo de Seguridad sirve para crear "una atmósfera propicia" para la reanudación de la actividad diplomática en la región.

El gobernante de EE.UU., Barack Obama, se reunirá en una semana en Washington con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y posteriormente con los presidentes de Egipto, Hosni Mubarak, y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.

El rey Abdalá de Jordania reveló hoy en declaraciones al diario británico The Times que la Administración estadounidense presiona actualmente por un plan de paz y tiene la intención de celebrar en julio o agosto una conferencia de paz con las partes en conflicto.

El diálogo entre israelíes y palestinos, iniciado tras la cumbre de Annapolis, quedó interrumpido por la ofensiva de 22 días que el Ejército hebreo lanzó en diciembre y enero pasados contra el movimiento islamista Hamás en Gaza.

La victoria de Natanyahu, líder del derechista Likud, en las elecciones del pasado febrero agregó incertidumbre al futuro del proceso de paz.

El nuevo Gobierno israelí se mostró desde un principio partidario de colocar el proceso de paz con los palestinos en segunda línea del orden de día, por detrás de la preocupación de Tel Aviv por el programa nuclear iraní.

Sin embargo, los representantes de los quince miembros del Consejo de Seguridad reiteraron en sus intervenciones de hoy la necesidad de regresar a la mesa de negociaciones.

En ese contexto, Miliband animó a superar la crisis de confianza que afecta a las poblaciones israelíes y palestinas ante el sombrío panorama de inseguridad y ocupación que las afecta respectivamente.

"Las fuerzas destructivas sacan fuerza en Oriente Medio de la percepción de inactividad o fracasos de la comunidad internacional, y sin un impulso decisivo hacia la paz, habrá una deriva hacia la guerra", advirtió.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a las dos partes a emprender "un esfuerzo irreversible" para poner fin a este largo conflicto.

Ban consideró "inaceptables" la ampliación de los asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada, la demolición de casas palestinas en Jerusalén Oriental, los "opresivos" controles militares, así como la reclusión a la que están condenados los 1,4 millones de habitantes de Gaza.

Al mismo tiempo, advirtió del efecto "contraproducente" que tienen los cohetes que milicianos palestinos disparan desde Gaza contra el sur de Israel, lo que, según Tel Aviv, le llevó a lanzar la operación Plomo Fundido en Gaza que se cobró la vida de 1.400 palestinos.

Kouchner, por su parte, insistió en la "urgencia" de retomar esas negociaciones "porque la situación de la franja de Gaza es una bomba a efecto retardado, (...) porque la situación financiera de la ANP es crítica y por la lasitud creciente de los pueblos israelí y palestino".