Se trata de un grupo dirigido por el llamado Abderrahman S., que se encontraba activo en los grupos islamistas armados desde mediados de la década de los noventa y mantenía estrechos vínculos con la dirección de AQMI, según las mismas fuentes.
Una de las principales funciones de los miembros de la red desarticulada consistía en facilitar los desplazamientos de los jefes de las brigadas de la organización en la capital y en las provincias cabiles de Tizi-Ouzou y Boumerdes.
Para ello utilizaban vehículos de alta gama, falsos documentos de identidad y carnés de estudiante.
También tenían la misión de planificar asesinatos de agentes de las fuerzas de seguridad y de terroristas arrepentidos, así como la de suministrar productos para la fabricación de artefactos explosivos.
Además de la detención de los nueve activistas, las fuerzas de seguridad se incautaron de varios vehículos, material de comunicación sofisticado y documentos falsos.
El pasado 20 de diciembre se llevó a cabo una operación similar en los barrios populares de Argel que se saldó con la detención de seis personas, cuatro de ellas buscadas desde hace más de 15 años, y la incautación de un cargamento de armas.