Las FARC siguen con la exigencia de canjear a 22 cautivos por centenares de presos

EFE 09/02/2009 15:20

Hoy se conocieron los mensajes entregados a la parlamentaria opositora Piedad Córdoba por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuando encabezó la semana pasada una misión para recoger a seis rehenes liberados unilateralmente por la guerrilla.

Consultada por Efe, Córdoba, congresista del Partido Liberal Colombiano (PLC), dijo que no iba a hacer comentarios sobre las comunicaciones que recibió de las FARC el pasado jueves, cuando viajó a una región selvática para recoger al último de los seis liberados, el ex diputado regional Sigifredo López.

Uno de los mensajes está firmado por Guillermo León Sánchez, alias "Alfonso Cano", jefe máximo de las FARC, y el otro por el Secretariado del Estado Mayor Central de la organización.

Las FARC insisten en condicionar la suerte de los secuestrados con fines políticos a la negociación de un acuerdo de intercambio humanitario con el Gobierno colombiano desde hace unos diez años,

La organización, que según el Gobierno tiene privadas de libertad a unas 700 personas, la mayoría con el fin de obtener dinero, ha mantenido esa postura a pesar de haber perdido a sus más prominentes rehenes, la colombo-francesa Íngrid Betancourt y tres estadounidenses, rescatados junto a otros once secuestrados el pasado julio en una operación militar encubierta.

Entre los insurgentes presos que las FARC quieren ver libres merced a un intercambio están dos guerrilleros extraditados a Estados Unidos, "Simón Trinidad" y "Sonia".

"Debemos persistir en la búsqueda de los acuerdos sin olvidar ni un momento a Simón, Sonia y a todos nuestros presos", advirtió el jefe máximo de las FARC en su mensaje.

"Alfonso Cano" agradeció a Córdoba y al colectivo de intelectuales que lidera, Colombianos por la Paz, al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y al Gobierno de Brasil, que facilitó dos helicópteros, su participación en la operación para posibilitar las liberaciones.

Por su parte, el Secretariado de las FARC envió a Colombianos por la Paz una "voz de aliento" y lo llamó a "persistir en la búsqueda colectiva de una salida política al acuerdo humanitario y al crucial problema de la guerra y de la paz".

"Aspiramos a que este nuevo gesto (entrega de rehenes) contribuya a desbrozar el camino hacia el acuerdo de canje obstruido por el Gobierno", añadió el mismo mando central, para el que "Colombia entera desea celebrar mediante acuerdo bilateral la liberación de los prisioneros de guerra recluidos tanto en las cárceles del régimen, como en las montañas".

A diferencia de anteriores mensajes, en estos las FARC no mencionan como condición para la apertura de negociaciones la desmilitarización o despeje de un territorio, un requisito que ha sido rechazado siempre por el presidente Álvaro Uribe.

La congresista Córdoba eludió manifestarse en torno de los mensajes, pero observó que "la carta (de Cano) dice" cuál es la salida, a juicio de las FARC, a esta crisis de rehenes.

Sin embargo, el experto Jaime Zuluaga Nieto, de otro colectivo de búsqueda de la paz, consideró en declaraciones a Efe que, en este asunto, "ha cambiado un poco el contexto, y eso es muy importante".

Este abogado, sociólogo, profesor universitario y uno de los portavoces de la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz destacó como un avance que los rebeldes hayan hecho liberaciones unilaterales sin exigir un territorio desmilitarizado.

También, que no suspendieran el proceso de liberación como represalia por los vuelos militares que pusieron en riesgo la primera fase de la misión, en la que recuperaron su libertad el 1 de febrero tres policías y un soldado.

El investigador considera también un progreso que el Gobierno haya aceptado la interlocución ciudadana (de Colombianos por la Paz), lo mismo que la participación del CICR y del Gobierno de Brasil.

El Gobierno no ha hecho hasta ahora comentario alguno, pero este domingo Uribe dijo de nuevo estar dispuesto a un acuerdo humanitario, pero con la condición de que los rebeldes que entren en él se conviertan en "gestores de paz".