El FBI rodea las instalaciones del Parque Natural de Malheur, en Oregón, para poner fin a la ocupación

EUROPA PRESS 11/02/2016 06:27

En estos momentos tan solo cuatro personas permanecen en el interior de la reserva natural y el FBI ha confirmado que se han iniciado negociaciones con los ocupantes para poner fin a la ocupación, sin que por el momento se hayan producido disparos.

"El FBI ha iniciado movimientos para contener a los ocupantes que continúan en el complejo, situando a agentes en barricadas junto a la zona donde (los milicianos) están acampando. Las negociaciones entre los ocupantes y el FBI continúan. No se han producido disparos", ha detallado el FBI en un comunicado.

En el marco de la operación, el FBI ha desplegado vehículos blindados, francotiradores y un 'drone', con el objetivo de detener a los cuatro ocupantes que permanecen en la reserva y que han amenazado con mantener la protesta "hasta la muerte".

Las protestas se calmaron a finales de enero, cuando Ammon Bundy, el líder de este grupo de civiles armados de Oregón, fue detenido por las autoridades, en una operación que desencadenó un tiroteo con las fuerzas del orden en el que falleció uno de sus compañeros.

El propio Bundy, que se encuentra detenido sin fianza, al igual que otros miembros del grupo, pidió al resto de civiles armados que abandonaran la reserva y volviesen a sus casa. Sin embargo, varios milicianos decidieron continuar las protestas bajo un férreo control de las autoridades.

LA OCUPACIÓN DE LA RESERVA NATURAL

La ocupación de las instalaciones del Parque Natural de Malheur de Burns tuvo lugar a principios de enero con el objetivo de protestar ante la condena de casi cuatro años de cárcel de dos rancheros por un delito de incendio en 2001, cuando intentaron quemar unos arbustos para expandir los pastos de su ganado.

Este es el último episodio de las protestas armadas en contra de las autoridades federales sobre los derechos para el pastoreo en tierras de titularidad pública en el oeste, algo que es visto por los políticos conservadores de la región como una intrusión a la libertad individual y a los derechos de propiedad.