La tormenta iniciada el pasado viernes, y que continúa el fin de semana, podría descargar en torno a 25 centímetros cúbicos de agua en las zonas más afectadas, donde no se han registrado víctimas mortales.
El gobernador de Indiana, Mitch Daniels, declaró un estado de emergencia en diez condados del estado mientras la Guardia Costera ha enviado equipos de rescate al condado Morgan, uno de los más afectados, así como helicópteros para evacuar a las personas que se han quedado aisladas.
No se ha informado de muertos o heridos. Aunque, según la policía estatal se realizaron evacuaciones en el área de Lake Lemmon, al noreste de Bloomington, mientras se alertaba de que los diques cerca de Gold Point estaban en peligro de colapsar. Muchas de las carreteras del estado han quedado cortadas y las autoridades han puesto en funcionamiento algunos albergues para acoger a las personas que han tenido que abandonar sus viviendas.
En el estado vecino de Ohio continúan sin luz unas 15.000 viviendas después de que un tornado, acompañado de fuertes lluvias, afectara a la zona el viernes pasado. En Wisconsin, también se registraron inundaciones y las autoridades indicaron que varios tornados que pasaron por la zona dejaron un saldo de al menos cinco heridos. En el estado de Michigan, también afectado por la tormenta, permanecen sin corriente eléctrica unos 45.000 hogares.