Pero no solo la familia está sobrepasada por el transcurso de los hechos. Sus vecinos están cansados de vivir rodeados de medios de comunicación y alguno se ha llegado a enfrentar a los periodistas.
Los Heene, que saben que pronto conocerás formalmente las acusaciones a las que se enfrentan, piden respeto y un poco de intimidad. Su abogado ha recordado que también tienen derecho a la presunción de inocencia y que "no están huyendo de la ley". El abogado considera que pueden imputarles delitos que no se ajustan a lo que han hecho.
La policía está pensando acusarles de delitos tan graves como es inducir a un menor a la delincuencia o presentar falso testimonio.
Porque saben que cualquier cosa que digan podría perjudicarles, los Heene han decidido no hablar más públicamente. Será su representante legal quien lo haga, si hay algo que comentar.
De momento, el letrado ya ha avanzado que cuando se sepan las acusaciones que pesan sobre ellos se entregaran sin cámaras para no dar espectáculo a los medios de comunicación. Richard Heene and his wife, Mayumi, se sienten "en estado de sitio". Podrían caerles hasta seis años de prisión.