Emma Wilson, una joven de 25 años, y madre de dos hijos ha sido enviada a prisión de por vida. La joven ha sido acusada de matar a su pequeño de 11 meses. La maquiabélica madre decidió además sacar fotos del pequeño Cullum antes y después de propinarle las palizas. Wilson está acusada de haber azotado al recién nacido en repetidas ocasiones las semanas previas a su muerte causándole daños cerebrales irreparables según informa el Daily Mail.
Callum fue trasladado de urgencia al Hospital John Radcliffe en Oxford, en marzo de 2011 , con un desprendimiento de retina que le había hecho perder la vista. También tenía múltiples fracturas y contusiones por todo su diminuto cuerpo. Heridas que acabaron con su vida días después. Según el informe médico el pequeño contaba con innumerables daños cerebrales, nueve costillas rotas así como un brazo y una pierna también rotos.
Pero los hechos van más allá. Y es que ni el hecho de que el pequeño muriera ablandó a la madre quien además aseguró que el responsable de las heridas no era ella si no su otro hijo, alegando que estaba celoso de su hermano.
Aparentemente Emma era una madre feliz. El problema llegó cuando se quedó embarazada de Callum. El padre, un affaire de una noche, no quiso responsabilizarse del embarazo. Además, ella aseguró desconocer su estado hasta casi, casi dar a luz. Al nacer, Callum fue llevado a una casa de acogida pero fue cuando Emma volvió a tenerlo bajo su reponsabilidad cuando llegaron las palizas que acabaron con su vida.