Durante un acto celebrado en Caracas, el presidente de Venezuela ha afirmado que se tomarán las plantas y fábricas que ya no produzcan. Incluso ha amenazado que los dueños de las mismas podrían llegar a ser encarcelados, según recoge la ‘BBC’. De este modo pretende acabar con la crisis en la que está sumida el país.
Asimismo, un día antes, Nicolás maduro había ampliado el estado de emergencia económica 60 días más. Esto supone que poseerá durante esos días extra plenos poderes, lo que incluye suspender el orden constitucional por el bien de la economía del país. De igual modo considera que esta ampliación del estado de emergencia es un modo de hacer frente a las “agresiones extranjeras”.
Los opositores al Gobierno venezolano aseguran que el único objetivo es hacer cundir el pánico entre la población que, harta de la situación, decide echarse a la calle para protestar en favor de un referéndum revocatorio. Además, consideran que en la misma línea van los ejercicios militares que comenzarán a realizarse la próxima semana.