Obama anuncia el fin de la prohibición para los enfermos de sida de viajar a EEUU

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 30/10/2009 21:07

"Hace 22 años, en una decisión basada en el miedo más que en los hechos, EEUU impuso la prohibición de que quienes portaran el virus del sida pudieran entrar en su territorio. Hablamos de eliminar el estigma de esta enfermedad, pero eso no nos impedía tratar como una amenaza a quienes nos visitaran o vivieran entre nosotros", declaró el presidente.

Agregó que "si queremos ser un líder global en la lucha contra el sida y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) tenemos que actuar como tal".

Por eso, subrayó que su gobierno publicará el lunes un reglamento definitivo que "eliminará la prohibición con efecto inmediatamente después de Año Nuevo".

EEUU es uno de la docena de países que prohíben la entrada a los enfermos de sida, una medida que ha impedido que se celebren congresos de importancia sobre la enfermedad en su territorio en las últimas dos décadas.

La prohibición se impuso en 1987, en una época en la que se conocía poco sobre el síndrome y su tratamiento no había alcanzado la eficacia de hoy.

En 1993, el Congreso de EEUU convirtió el ser portador del VIH en la única condición médica incluida de modo explícito en las leyes de inmigración como impedimento para entrar en el país.

El proceso para rechazar la medida comenzó ya durante el mandato de George W. Bush, cuando el Servicio de Inmigración anunció que había levantado la prohibición en sus reglamentos internos.

El fin completo de la prohibición requiere la iniciativa anunciada hoy por Obama, la publicación del reglamento definitivo por parte del Gobierno.

"El Congreso y el presidente Bush comenzaron este proceso el año pasado y hay que alabarles por ello. Nosotros sólo terminamos el trabajo", dijo hoy Obama.

En su comparecencia, el presidente estadounidense subrayó que la lucha contra el sida está aún "lejos de terminar".

"El sida probablemente ya no sea la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 25 a 44 años, como sucedía antes. Pero 1,1 millones de estadounidenses siguen viviendo con esa enfermedad", recordó.