El incidente se produjo cuando Bray, que había hecho varias preguntas a Palacios Alday a las que éste no había querido responder, le sugirió si el hecho de que esté estudiando ahora en la cárcel pedagogía para poder trabajar en el futuro con niños minusválidos no era una forma de demostrarse a sí mismo que puede hacer algo bueno.
"Es para demostrar que es imposible hablar con zopencos como usted", le replicó en francés el acusado, conocido por los alias de "Andoni" o "Nagi".
El representante del Ministerio Público le reprochó haberle tratado de zopenco y le amenazó con pedir su expulsión si volvía a hacerlo.
El presidente del tribunal, Didier Wacogne, que no había oído la frase completa de "Andoni", le pidió que confirmara si había usado el término en cuestión (abruti), y como lo confirmó, le advirtió de que no volviera a ocurrir porque lo sacaría de la sala.
Todo esto ocurrió una vez que Wacogne hubiera dado cuenta de los antecedentes policiales y judiciales y de la marcha del encarcelamiento de Palacios Alday, que como los otros encausados fue detenido en dos operaciones policiales que se llevaron a cabo en el suroeste de Francia con cinco días de intervalo en diciembre de 2003.
El magistrado señaló que la justicia francesa ha dado luz verde a dos demandas de extradición para que este hombre de 35 años sea juzgado en España por dos procesos derivados del tiempo en que formó parte del comando "Madrid" en 2000 y 2001, un periodo en que este grupo perpetró varios atentados -algunos mortales- en la capital española.
Wacogne también dio cuenta de que los tribunales franceses han aceptado la entrega a España de Palacios Alday en virtud de cinco euro-órdenes por diferentes acciones terroristas cometidas entre 1996 y 2003.
Previamente se había hecho lo mismo con Fernández Iradi, "Súsper", quien también intervino excepcionalmente -los etarras se niegan por sistema a colaborar durante los juicios-, pero sólo para criticar que los que se sientan en el banquillo hayan estado casi seis años en prisión preventiva y para criticar que Francia acepte las demandas de extradición y las euro-órdenes españolas.
Para "Súsper", esos requerimientos de la justicia española se basan en "informaciones obtenidas por la tortura", por eso darlas por buenas es "una vergüenza para la República francesa".
En su caso particular, los tribunales franceses han dado el visto bueno a tres demandas de extradición de la Audiencia Nacional para ser juzgado por dos atentados mortales en 2001 y otro en grado de tentativa contra dirigentes del Partido Popular en el cementerio de Zarautz (Guipúzcoa) en enero de ese mismo año.
Además, pesa contra él otra euro-orden igualmente de la Audiencia Nacional y en Francia fue condenado dos veces durante 2008, una a 30 años de cárcel por dejar malherido a un gendarme en un tiroteo en noviembre de 2002 y por su papel al frente del aparato militar hasta que fue detenido por primera vez en diciembre de 2002.
"Súsper" logró escaparse dos días después de ese arresto de la comisaría de Bayona y fue capturado casi un año más tarde en diciembre de 2003, en la doble operación en Mont de Marsan y Lons que es la base del proceso actual, que se prolongará hasta la semana próxima.
Como Fernández Iradi, hay otro de los siete que se sientan en el banquillo en París que ya ha sido sentenciado, en su caso en España en 2000 -Íñigo Vallejo Franco, a 17 años de cárcel-, por haber participado en el incendio de un autobús en Basauri (Vizcaya) en septiembre de 1996, que causó heridas graves a su conductor.