Dos gendarmes y otros tantos bomberos han resultado heridos, así como cinco vecinos del barrio, "no necesariamente implicados" en los altercados, según han informado hoy las autoridades.
El detonante de estas conductas violentas ha sido la muerte a tiros de un joven en un aparente ajuste de cuentas entre bandas.
Unos 50 jóvenes encapuchados, armados con bates de béisbol y cócteles Molotov, se han dedicado a incendiar coches y cubos de basura y han apedreado a los vehículos de los bomberos y los gendarmes.
En el transcurso de la noche, la policía ha detenido al presunto autor de los disparos contra el joven asesinado. La Fiscalía ha abierto una investigación.
Los refuerzos policiales enviados a la localidad para hacer frente a los disturbios han permanecido en la zona hasta bien entrada la mañana, mientras que se ha puesto en marcha un equipo de ayuda psicológica para atender a los vecinos conmocionados por la violencia.