Víctor Benavides, según publica WKRG-TV, estaba trabajando en una obra en Los Ángeles cuando la pistola de clavos que estaba utilizando falló y el último tiro de ésta se dirigió desde su paladar hasta las puertas de su cerebro. Los médicos aseguran que es un milagro que la trayectoria de la punta no dejase consecuencias en él. Víctor podría haberse quedado ciego, con cualquier tipo de daño cerebral o morir desangrado, pero el clavo quedó a medio milímetro de su cerebro, y no sólo eso, sino que los doctores pudieron hacer que éste abandonara la cabeza de Víctor sin causar lesiones.
No hay ninguna herramienta para extraer los clavos de la cabeza de alguien y no hay clases en la escuela de medicina para enseñar a los médicos la forma de hacerlo. Lee terminó extrayendo la punta con un extractor dental y logró sacar el clavo en una sola pieza. "Es muy afortunado", aseguró el doctor.
Benavides fue trasladado de urgencia al Centro Médico Cedar Sinai y alló el doctor Kimberly Lee, un cirujano especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva, se hizo cargo del caso. "Cuando vi la foto, fue muy, muy impactante", dijo Lee. "Nunca había visto nada igual".
Benavides ha vuelto al trabajo,a la misma obra de construcción donde ocurrió el accidente. IM