La decisión del Departamento de Estado es el resultado de un debate de cerca de dos años en el seno del Gobierno estadounidense. A mediados de agosto, el Congreso dio un plazo al Departamento de Estado para que se pronunciara definitivamente sobre esta cuestión antes del domingo próximo.
Por una parte, los responsables del Departamento de Estado y del Ejército apoyaban la inclusión de Haqqani en la lista a fin de cortar sus fuentes de financiación --procedentes de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos-- y de presionar a Pakistán para que, por fin, lanzase su tan esperada ofensiva contra la red.
Sin embargo, el portavoz de los talibán, Zabihulá Mujahid, ha subrayado que la decisión no tendrá impacto alguno en las operaciones y ha recordado que varios líderes talibán están en 'listas negras' y que eso no ha impactado en la organización. Además, ha advertido de la posibilidad de que la decisión incremente los sentimientos antiestadounidenses en la región.
Por otra parte, Zabihulá ha desmentido que haya un grupo en su red que responda al nombre de Haqqani, al tiempo que ha recordado que Jalaluddin Haqqani fue miembro del Consejo Talibán y asesor cercano del líder del grupo, el mulá Omar, según ha informado la agencia afgana de noticias Pajhwok. En este sentido, ha denunciado que Estados Unidos quiere crear divisiones entre los talibán con este tipo de anuncios.