Los deportados llegarán a Kabul en un vuelo procedente del aeropuerto de Múnich, donde al menos 300 personas del Consejo de Refugiados de Bavaria se concentrarán para protestar contra estas deportaciones, que, según uno de sus portavoces, son "totalmente intolerables".
Antes del acuerdo firmado entre Berlín y Kabul en 2016, la mayoría de los afganos cuya solicitud de asilo había sido rechazada podían quedarse en Alemania debido a la inseguridad de su país, pero el Gobierno alemán decidió determinar como seguras algunas zonas de Afganistán.
El ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziere, señaló en octubre que las deportaciones en grupo servirían para que los afganos se dieran cuenta de que Alemania solo acepta un pequeño número de solicitudes de asilo de su país.