David y Brendan tenían claro que querían formar una familia pero las autoridades no le permitían adoptar un bebé simplemente por ser gais.
Por ello, la hermana de David quiso ayudarles: sería la persona que gestaría al pequeño. Y así fue. La pareja buscó una donadora de óvulo y le implantaron el embrión en el útero de Ashlee. Quedó embarazada en el primer intento, “un verdadero milagro” en palabras de David y Brendan.
Ashlee, madre de tres hijos, no podía soportar que su hermano no fuera padre porque alguien decidiera que “no eres apto para adoptar”.
“A muchos les puede parecer muy extraño e incluso asqueroso que haya dado a luz al hijo de mi hermano, pero para mí es un gran honor”, ha asegurado Ashlee a varios medios como Noticias 24.