Los comicios servirán para designar cinco escaños: uno por la provincia de Idleb, uno por la de Hama, uno por la de Hasaka y dos por la de Aleppo.
El pasado 7 de mayo, Siria celebró elecciones legislativas para ratificar en las urnas el compendio de reformas políticas que supuestamente el Gobierno ha llevado a cabo para poner fin al conflicto, que suma ya 19 meses.
La oposición boicoteó los comicios al considerar que eran una "farsa democrática" porque a ellos no podían concurrir candidatos opositores y porque las reformas políticas no han supuesto ningún cambio real en el país árabe.
Actualmente, no hay ni un solo miembro de la oposición en el Parlamento y la mitad de los escaños están reservados a "los representantes de los trabajadores y de los campesinos", cuyos sindicatos están controlados por el Partido Baaz, de Al Assad.