Un grupo de indios se atrinchera en una fundación en Brasil y retiene a 37 personas

AGENCIA EFE 06/05/2009 01:04

Armados con arcos, flechas y cuchillos, y pintados con pinturas de guerra, los indios, de la etnia tupi-guaraní, llegaron a las instalaciones de Funasa en la mayor ciudad brasileña en la mañana para intentar transmitir sus quejas al coordinador regional de la entidad, Raze Rezek, según explicaron a medios locales.

Como no fueron atendidos, cortaron el tráfico en la calle e irrumpieron en el edificio, bloqueando las entradas y capturando a los empleados que se encontraban en ese momento allí.

"No vamos a maltratar a nadie, pero se quedarán aquí mientras no nos hagan atención las autoridades sanitarias", dijo el líder indígena Dara a las cámaras de la televisión Globo.

La policía envió a un cuerpo de agentes para vigilar la situación y se llegaron a vivir momentos de tensión e intercambio de gritos, pero no hubo que hacer uso de la violencia.

Treinta de los rehenes fueron liberados a última hora de la tarde, después de llegar a un acuerdo con los responsables de la oficina.

Las otras siete personas, jefes de sección, permanecieron retenidas mientras se aguardaba la llegada del coordinador al edificio para entablar negociaciones con los indios.

Poco antes de las 21.00 hora local (00.00 GMT del miércoles), los indios terminaron su protesta y liberaron a esos siete rehenes, debido a que Rezek aceptó presentar su dimisión, que era la principal demanda de los amotinados.

Según ellos, Rezek no había visitado las aldeas indígenas en los últimos tres años y no estaba aportando recursos para solucionar los problemas sanitarios y de saneamiento básico.

Funasa ha sido el organismo responsable de administrar la sanidad de la población indígena desde 1999, aunque el Ministerio de Salud ha confirmado que a partir del segundo semestre de este año será relevada por otra entidad, también dependiente de esa cartera.