Se trata de la tercera ejecución llevada a cabo en el país en lo que va de año, tras la decapitación el 14 de enero de dos ciudadanos paquistaníes condenados por tráfico de drogas.
En base al informe de la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) sobre la Pena de Muerte en 2012, Arabia Saudí es uno de los cinco países del mundo en el que se registran más ejecuciones, junto a China, Irán, Estados Unidos e Irak.
Delitos como la violación, el asesinato, la apostasía, el robo a mano armado y el tráfico de drogas pueden ser castigados con pena de muerte, si bien varias personas han sido ejecutadas también bajo la acusación de brujería.