La cifra de ejecutados en los casi cinco meses que han transcurrido en 2015 ronda los 90, mientras que, según el informe sobre la pena de muerte en 2014 publicado por la ONG Amnistía Internacional (AI), la cifra total del año pasado superó ligeramente esta cifra, sin un dato exacto.
El número de ejecuciones en el país se ha incrementado drásticamente tras el ascenso al trono del rey Salman tras la muerte en enero de Abdalá bin Abdelaziz. La mayoría de las mismas son llevadas a cabo en público, generalmente por decapitación con espada.
Delitos como la violación, el asesinato, la apostasía, el robo a mano armada y el tráfico de drogas pueden ser castigados con pena de muerte, si bien varias personas han sido ejecutadas también bajo la acusación de brujería.