"La ola de refugiados que huyen a Burundi ha continuado y ha aumentado en intensidad en las últimas semanas. Esto es un desarrollo extremadamente preocupante en una región ya de por sí frágil", ha advertido el comisario de Ayuda Humanitario y Gestión de Crisis, Christos Stylianides.
El comisario ha justificado que la nueva desembolsada constituye "una señal fuerte" del apoyo de la UE con la población de Burundi y la región de los Grandes Lagos, a la que el Ejecutivo comunitario prevé destinar un total de 52 millones de ayuda humanitaria tras la ayuda desembolsada este lunes.
El Ejecutivo comunitario ya había desembolsado previamente una partida de 1,5 millones para cubrir las necesidades más inmediatas de los refugiados burundeses en Ruanda el mes pasado.
Las necesidades humanitarias más urgentes identificadas hasta ahora incluyen alojamientos, agua, servicios sanitarios y asistencia médica para frenar enfermedades y epidemias, especialmente el cólera.
Cerca de 100.000 burundeses han huido a Ruanda, Tanzania y República Democrática del Congo desde el pasado mes de abril para huir de la intimidación, amenazas o la violencia, la mayoría de ellos mujeres y menores, aunque se teme que el número siga aumentando.
Tanzania se ha convertido en el principal receptor, con 51.603 refugiados, seguido de Ruanda (29.907), República Democrática del Congo (10.044) y Uganda (7.659).
La crisis de refugiados se ha visto agravada por la crisis política en Burundi tras la decisión del presidente, Pierre Nkurunziza, de presentarse a un tercer mandato y el consiguiente golpe de Estado el pasado 13 de mayo. Aunque este se frustró, la seguridad se ha deteriorado con violencia y protestas en la calle.