La búsqueda sin éxito de Bin Laden se traduce en más de 11.000 muertos

REBECA SAN CRISTÓBAL OREA 11/01/2009 00:00

Tras numerosas investigaciones e informes, las pruebas obtenidas por Estados Unidos situaban a al cerebro del atentado en Afganistán. Fue en ese momento cuando George W. Bush solicitó al país la entrega inmediata de Bin Laden.

Ante la negativa de los talibanes, el 7 de octubre de 2001 Estados Unidos decidió invadir Afganistán.

Los primeros ataques se dirigieron contra los posibles campos de entrenamiento de Al Qaeda y los sistemas de defensa antiaérea afganos. Al quinto día, los sistemas de defensa antiaérea estaban prácticamente destruidos, las pistas de aterrizaje de aviones y las comunicaciones internas del ejército afgano, inutilizadas.

En la segunda parte de la campaña los objetivos de Estados Unidos fueron los vehículos terrestres talibanes, igualmente se seguía buscando a Osama Bin Laden.

Fin del régimen extremista

El 13 de noviembre de 2001, la capital fue tomada por la Alianza del Norte sin apenas resistencia por parte de los Talibán. Este hecho marcó el fin del régimen extremista, y se impuso a Hamid Karzai como nuevo presidente.

Pese a esto, Bin Laden no fue capturado y a día de hoy se desconoce si quiera si continúa con vida. De ser así, se sospecha que podría esconderse en las montañas de Pakistán.

Mientras, más de 11. 000 personas, entre talibanes, civiles y miembros de Al Qaeda han fallecido.

Estados Unidos doblará sus efectivos en el país

Lejos de solventarse la situación en el país asiático, Estados Unidos ha decidido enviar un contingente adicional de entre 20.000 a 30.000 soldados este año, con lo que doblaría sus efectivos. Así lo comunicó el jefe del Estado Mayor, el almirante Mike Mullen.

En teoría, esta decisión se toma como respuesta a las peticiones de los mandos militares quienes han asegurado que son necesarios para hacer frente a la creciente amenaza del movimiento talibán.