El presidente del país, Anibal Cavaco Silva, ha encargado al bloque Portugal al Frente, liderado por el primer ministro saliente, Pedro Passos Coelho, la formación de un nuevo Ejecutivo. Esta coalición
se impuso el domingo con más del 38 por ciento de los votos, pero sus 104 diputados no le garantizan la reedición del mandato.
La ronda de contactos entablada por Passos Coelho le ha llevado a sentarse este viernes junto al líder del Partido Socialista, Antonio Costa, que logró el 32 por ciento de los sufragios --85 escaños--, y ha comenzado a recabar apoyos por su cuenta entre las formaciones de izquierdas que también han entrado en la Cámara.
La reunión, que ha durado casi tres horas, ha sido "inconcluyente", en palabras de Costa. El líder socialista ha lamentado que el PSD no haya puesto propuestas encima de la mesa, habida cuenta de que no carece de mayoría absoluta en el Parlamento, según los medios de comunicación lusos.
Costa ha reiterado que sus condiciones pasan por la defensa del Estado del bienestar, la lucha contra la pobreza, el fin de la austeridad y el aumento de las inversiones en ciencia e innovación, sin por ello descartar el cumplimiento de los compromisos de la eurozona.
Passos-Coelho, por su parte, ha avanzado que su grupo hará un "ejercicio atrevido" y seleccionará alguna propuesta para encajarla en su posible programa de Gobierno, si bien ha establecido como "límite" las "obligaciones" que le corresponden a Portugal como país, incluido el objetivo de déficit fiscal.
El primer ministro en funciones ha subrayado que el objetivo de estas reuniones es el de facilitar la gobernabilidad de Portugal al Frente --la abstención de los socialistas bastaría-- y, en principio, ha negado que pueda formarse un Gobierno de gran coalición. "No marcamos líneas rojas", ha apostillado.
Los líderes de los principales partidos han acordado volver a verse el próximo martes.