Fernández ha sido dada de alta como consecuencia "de la buena evolución del cuadro de sigmoiditis que la afecta", según el último parte de la Unidad Médica Presidencial, recogido por la prensa argentina.
Sin embargo, la presidenta deberá continuar "con tratamiento antibiótico, dieta especial, reposo y control evolutivo" en la Residencia Presidencial de Olivos, "contraindicándose realizar desplazamientos por diez días". Así, se descarta oficialmente la asistencia de Fernández a la cumbre del G-20 prevista para el 15 y 16 de este mes en Brisbane, Australia.
Fernández ha designado al ministro de Economía, Axel Kicillof, y al canciller, Héctor Timerman, para representarla en este evento internacional, tal y como informa el diario argentino 'La Nación".
La presidenta, de 61 años de edad, permaneció varios días en reposo a mediados de octubre a causa de una faringitis. Además, el año pasado fue intervenida quirúrgicamente de un hematoma cerebral.