El Gobierno yemení ha descartado este martes que el presidente del país, Alí Abdulá Salé, vaya a delegar el poder por incapacidad tras las heridas que sufrió en el ataque contra el palacio presidencial del pasado 3 de junio.
"Las quemaduras que sufrió el presidente Salé no implican que esté incapacitado, que es la razón que contempla la Constitución yemení para delegar el poder al vicepresidente", ha asegurado el viceministro de Información yemení, Abdu al- Janadi, en una rueda de prensa en Saná.
El viceministro ha querido dejar claro que, antes de su traslado a un hospital militar de Riad (Arabia Saudí) para recibir tratamiento médico por las heridas sufridas en el atentado, Salé designó como presidente interino al vicepresidente, Abd Rab Mansur Hadi, y le delegó "todas las competencias para liderar y dirigir a todos los comandantes militares y al Gobierno".
Según ha informado la agencia de noticias china Xinhua, Al Janadi ha acusado a los comandantes militares que han abandonado el régimen para sumarse a la causa de los manifestantes de estar intentando provocar una guerra civil con su respaldo a los líderes tribales que luchan contra el Ejército en la provincia de Saná y en la región de Taiz, en el sur, donde los combates han dejado cientos de muertos en ambos bandos.
El presidente Salé, que lleva seis meses afrontando manifestaciones que exigen su renuncia, se ha comprometido a volver al país y a liderar un proceso de diálogo nacional con la oposición tan pronto como sea posible.
Uno de los asesores más próximos a Salé ha explicado a la agencia de noticias Xinhua que "los médicos que están tratando al presidente yemení creen que podría regresar al país a finales de la primera semana de agosto para retomar sus tareas presidenciales.
El pasado domingo, en un discurso a la nación, el presidente yemení emplazó a la oposición a reincorporarse al proceso de diálogo auspiciado por el Consejo de Cooperación del Golfo para poner fin a la crisis política.