Los deslizamientos de tierra han provocado el desplazamiento de más de 220.000 personas, según las cifras oficiales, que se encuentran en los 375 centros que ha establecido el Gobierno ceilandés.
El Ejército ha desplegado un contingente formado por un millar de efectivos, entre los que se encuentran miembros de las unidades de élite, para realizar las labores de rescate en las áreas de Aranayake y Bulathkohupitiya.
Las autoridades estiman que bajo la tierra podrían haber quedado enterradas cerca de 70 personas, por lo que el balance de muertos podría ir aumentando según avanzan las operaciones de búsqueda.
Las inundaciones y las sequías son cíclicas en Sri Lanka, que se ve azotada por el monzón entre mayo y septiembre en el sur, mientras que en el noreste el monzón se produce entre diciembre y febrero.