Cox apoyaba la pertenencia de Reino Unido a la Unión Europea y también había estado haciendo campaña para ayudar a los refugiados. La Policía ha afirmado que el hombre que la asesinó había gritado "Britain first" (Reino Unido primero, en inglés).
"Tenía unas fuertes convicciones políticas y creo que fue asesinada a causa de esas convicciones", ha declarado el marido, Brendan Cox, tras alabar la reacción y el apoyo de la opinión pública, que ha asegurado ha sido de mucha ayuda.
"Estaba preocupada por la dirección que están tomando las políticas en el mundo actual, especialmente aquellas que buscan la división y que aluden a los peores temores de la gente en vez de a sus mejores instintos", ha añadido.
En la rueda de prensa, Cox ha restado importancia al hecho de que su muerte se esté abordando con fines políticos y ha alegado que ella murió por su ideología y que la habría defendido tras la muerte tanto como lo hizo en vida.
Por otro lado, el marido de la diputada ha añadido que sería un bonito símbolo que fuera otra mujer la que ocupe su asiento en el Parlamento.