"En respuesta a los atraques aéreos (en Siria e Irak), Estado Islámico ha llamado a sus simpatizantes a atacar a extranjeros estén donde estén", ha recordado el Ejecutivo norteamericano, en una actualización de su aviso a nivel mundial.
En el caso de Europa, Washington teme "planes de ataques terroristas" contra intereses estadounidenses y occidentales. Estados Unidos cree que esta posibilidad ha aumentado por la vuelta de yihadistas que han participado en los conflictos de Siria e Irak.
Además, según el Departamento de Estado, existe también la posibilidad de que "personas no afiliadas" a ningún grupo terrorista pero "inspiradas" por organizaciones internacionales perpetren atentados.
Washington ha mencionado entre sus recomendaciones el riesgo de ataques en los sistemas de transporte público e infraestructuras turísticas y, en su nota, ha recordado atentados como los cometidos en Madrid el 11 de marzo de 2004.
Estados Unidos también asume que sus ciudadanos se han convertido en objetivo de secuestro tanto de Estado Islámico como de Al Qaeda y organizaciones afines y ha subrayado el riesgo que conlleva permanecer en Siria o en Irak. Estos grupos, según Washington, ven en los raptos una forma de "financiar sus operaciones".