El Ejército filipino confirma la ejecución del canadiense Hall a manos de Abú Sayyaf

EUROPA PRESS 14/06/2016 03:41

Tan ha emitido un comunicado, recogido por 'Manila Bulletin', después de que varios civiles descubrieran la cabeza de un varón caucásico, probablemente Hall, frente a la puerta de la catedral de Jolo poco antes de las 21.00 horas --hora local--.

"(La cabeza) ha sido recuperado por la Policía de Sulu y entregada al general Teodulfo Bautista (en Jolo)", ha añadido.

Tan ha expresado las "más sinceras condolencias" a los familiares de Hall en nombre de todas las Fuerzas Armadas del país. "Su pérdida es nuestra también. Sentimos su pena porque nosotros también hemos perdido soldados y hermanos intentando rescatarlos", ha lamentado.

"El brutal asesinato y ejecución inhumana de una víctima por parte de estos malvados terroristas muestran su verdadero color", ha añadido. Asimismo, ha recordado que estos actos están claramente lejos de la religión musulmana y violan las enseñanzas de Mahoma.

"(Estos actos) no representan de ninguna manera a nuestros pacíficos hermanos musulmanes, que son verdaderos creyentes del Islam. Sus actos criminales ni siquiera han respetado el período sagrado del Ramadán", ha criticado Tan. "Este grupo nos muestra su verdadera naturaleza y lo malvados que realmente son", ha añadido.

Por su parte, ha anunciado que el Ejército continuará trabajando con sus homólogos policiales para buscar, neutralizar o arrestar a los criminales responsables de estos crímenes.

AÚN QUEDAN DOS SECUESTRADOS

El canadiense Hall, el noruego Kjartan Sekkingstad y la filipina Marites Flor fueron secuestrados por la milicia junto a un cuarto hombre, también canadiense, John Ridsdell. El grupo amenazó con ejecutar a este último el 8 de abril si no se entregaba un rescate de 300 millones de pesos --unos seis millones de euros--, plazo que posteriormente extendió hasta el 25 de abril.

Sin embargo, al no recibir el dinero por parte de Ottawa, el 25 de abril Ridsell fue decapitado, tal y como habían anunciado. Tras ser elegido presidente, Duterte extendió sus disculpas al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, por esta ejecución.

En esta ocasión, el grupo exigía un rescate de 600 millones de pesos filipinos --unos 11 millones de euros-- a pagar antes del 13 de junio a las 15.00 --hora local.

TRUDEAU CREYÓ LA AMENAZA

Antes de ser confirmada su ejecución, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ya había reconocido que tenía "razones para creer que un ciudadano canadiense, Robert Hall, secuestrado en Filipinas desde septiembre de 2015 ha sido ejecutado por sus captores".

"Aunque las autoridades canadienses están trabajando estrechamente con las autoridades en Filipinas para confirmar formalmente la muerte de Hall, tenemos razones convincentes para cree que las informaciones en este sentido son, desgraciadamente, ciertas", añadió entonces Trudeau.

El primer ministro ha denunciado que "las brutales acciones de los secuestradores han llevado a una muerte innecesaria" y ha advertido de que su país considera a Abú Sayyaf "responsable de este asesinato a sangre fría y despiadado".

Trudeau ha sostenido que los secuestros "solo fomentan más violencia e inestabilidad" y ha dejado claro que "Canadá no cederá a sus tácticas de miedo y actitud despreciable hacia el sufrimiento de otros". Por este motivo, ha añadido, el Gobierno canadiense "no puede no pagará rescates por rehenes de grupos terroristas, ya que haciéndolo pondría en peligro a más canadienses".

Así las cosas, Trudeau ha reiterado el compromiso de Canadá de luchar contra el terrorismo y ha aprovechado para trasladar sus condolencias a la familia y amigos de Hall, quienes "han sufrido una pérdida terrible".