Del total, 17 murieron en Cizre, en la provincia de Sirnak, y cinco en el distrito de Sur, ubicado en provincia de Diyarbakir. Ambos distritos han estado bajo toque de queda durante más de un mes. A lo largo de este tiempo, cerca de 500 terroristas del PKK han sido "neutralizados" en Cizre y 149 en Sur.
Según detalla el comunicado, las fuerzas de seguridad han desactivado diez y tres artefactos explosivos improvisados en cada uno de los distritos respectivamente, además de requisar armas y munición en ambas áreas.
El PKK, considerado como organización terrorista por Ankara, Estados Unidos y UE, ha acabado con las vidas de 240 miembros de las fuerzas de seguridad desde que se rompiera en julio el alto el fuego pactado entre el grupo insurgente y el Gobierno turco.