Para intentar revertir la situación, el Ejército sirio ha lanzado una operación nocturna con helicópteros que han arrojado bombas de barril --barriles de metal rellenos de metralla, gasolina o explosivos-- sobre las posiciones rebeldes.
Se desconoce quién está exactamente al mando del puesto de Nasib. En un primer momento se creía que se trataba de la oposición regular al presidente sirio Bashar al Assad pero ahora es la milicia del Frente Al Nusra --que colaboró con los rebeldes en la conquista del paso-- la que dice haber asumido el control de las instalaciones.
Por lo demás, al menos ocho combatientes contra el Ejército sirio, entre rebeldes y yihadistas, han muerto en Deraa a lo largo de las últimas horas como consecuencia de "intensos enfrentamientos", según han contado fuentes del interior del país a la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, contra las fuerzas del Gobierno sirio, apoyadas por la milicia del grupo libanés Hezbolá y combatientes procedentes de Irán.