Riddering, de 45 años, trabajaba en el orfanato Les Ailes de Refuge en la ciudad de Yako, a unos 90 kilómetros de la capital, según el comunicado de la organización al cargo del mismo, Sheltering Wings.
Riddering viajó con su mujer Amy y su hija Delaney a Burkina Faso en 2011 desde Florida, donde vendía barcos, para hacer trabajo de atención humanitaria.
Kirby ha añadido que la Embajada estadounidense está en contacto continuo con las autoridades locales y que ambos están trabajando para asistir a los ciudadanos estadounidenses.
Las 28 víctimas mortales del ataque son de 18 nacionalidades diferentes. Hasta el momento se conocía la identidad de 11 personas: seis canadienses, dos franceses, dos suizos y un holandés.