Cerca de 150 de los 2.800 detenidos son inmigrantes y Green ha prometido que todos ellos "serán expulsados del país".
"Creemos firmemente que los extranjeros que violan la ley deben ser expulsados de Reino Unido a la primera oportunidad. Tenemos el poder de cancelar los visados de los extranjeros que sean declarados culpable de actividades criminales, y eso es lo que se hace cuando ocurren estas situaciones", ha agregado Green.
"La semana pasada vimos una criminalidad sin precedentes en nuestras calles y los tribunales están ahora repartiendo firme justicia para asegurarse de que los responsables sean castigados", ha valorado el ministro de Inmigración.