El jefe de Operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Sergei Rudskoi, ha informado este lunes de que los cazas de Moscú han realizado 311 misiones desde que comenzó el año y, en ellas, han atacado 1.097 objetivos "terroristas" en las zonas de Alepo, Latakia, Homs, Deir al Zor, Hasakah, Deraa, Raqqa y Damasco.
"Como resultado de estos ataques, los terroristas han seguido sufriendo pérdidas", ha subrayado Rudskoi, que ha cifrado en más de 13 el número de localidades 'liberadas' desde principios de diciembre, según la agencia de noticias Sputnik.
Rusia alega que el objetivo de sus bombardeos son las milicias terroristas y su infraestructura y, según las Fuerzas Armadas, los ataques aéreos sirven para ayudar tanto a las fuerzas del régimen de Bashar al Assad como a los grupos de la oposición moderados.
Rudskoi ha insistido este lunes en que el grupo terrorista Estado Islámico continúa recibiendo refuerzos a través de la frontera turca, una crítica recurrente de Moscú que Ankara siempre ha desmentido. Ambos países mantienen una tensa relación desde el derribo de un caza ruso en noviembre de 2015.