"La degradación de la situación representa una grave amenaza para toda la arquitectura internacional", según Lavrov, que ha situado en el "centro" de la amenaza al grupo terrorista Estado Islámico. La milicia ya controla "amplios territorios" en Oriente Próximo.
El jefe de la diplomacia rusa ha advertido en un encuentro en Moscú de que, "obviamente", los esfuerzos para contener la violencia no tendrán éxito si no se deja de usar a los terroristas "como peones en inciertos juegos geopolíticos", según la agencia de noticias oficial Sputnik.
El mensaje de Lavrov se enmarca dentro de los esfuerzos de Rusia para negociar un alto el fuego en Siria, una iniciativa en la que ha colaborado con Estados Unidos y que implica la teórica imposición de una tregua a partir del sábado.
El viceministro de Exteriores ruso, Mijail Bogdanov, ha insistido en que no existe actualmente ninguna alernativa a este plan de alto el fuego y ha asegurado que Moscú y Washington podrían seguir atacando a los grupos "que no se unan".