Se trata de la primera vez que Irán reconoce la presencia de sus fuerzas en el país árabe, asolado por 18 meses de conflicto entre el régimen y la oposición armada. Irán ha negado en repetidas ocasiones las acusaciones formuladas por países occidentales de que está respaldando con armas y expertos al régimen de Al Assad.
Según le cita la agencia semioficial ISNA, el comandante Jafari argumentó que, con su despliegue en Siria, la Guardia Revolucionaria cumple con su cometido de "defender a las naciones oprimidas", lo que no significa que tenga presencia "militar" en el país.
Jafari no descartó la posibilidad de incrementar el grado de intervención de Irán en el conflicto en el caso de que Siria fuera objeto de una acción militar. "Depende completamente de la situación", aventuró el comandante.