La Policía indicó en un primer momento que un hombre de 43 años identificado como Sugito era uno de los milicianos que ejecutaron los atentados, si bien la investigación posterior ha descartado este extremo.
"Se ha confirmado que Sugito era un civil", ha dicho el portavoz de la Policía de Yakarta, Iqbal, según ha informado la agencia estatal indonesia de noticias, Antara. Así, el número de atacantes muertos ha sido rebajado a cuatro.
Los ataques con arma blanca y con bombas del jueves, reivindicados por el autodenominado Estado Islámico, hirieron a unas 30 personas en un distrito comercial de la capital.
Indonesia cuenta con la mayor cifra de musulmanes del mundo, la gran mayoría de los cuales practica una forma moderada del Islam. Las fuerzas de seguridad han tenido relativo éxito a lo largo del tiempo frustrando la insurgencia a nivel nacional, pero el ataque de esta última semana confirma las preocupaciones que giran en torno a un posible resurgimiento inspirado en Estado Islámico.
Hasta el momento, la Policía ha detenido a doce personas relacionadas con el ataque en redadas realizadas a lo largo de todo el país durante el fin de semana, y ha hallado pruebas de que el grupo había planeado cometer otros ataques, buscando alcanzar a agentes de seguridad y extranjeros en otras ciudades, como Bandung.