El Ejército israelí ha desplegado este viernes una nueva batería de misiles en las inmediaciones de la ciudad costera de Ashkelon para tratar de interceptar los cohetes que las milicias palestinas disparan de forma intermitente desde la Franja de Gaza, y cuya amenaza ha aumentado en los últimos días.
El alcalde de Ashkelon, Benny Vaknin, se había dirigido el jueves por carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y al ministro de Defensa, Ehud Barak, para pedirles que autorizasen la reinstalación de este sistema, informa 'Haaretz'.
El escudo, conocido como Iron Dome (Cúpula de Hierro), sólo intercepta los cohetes susceptibles de alcanzar zonas urbanas y, en cambio, no reacciona ante los que vayan a aterrizar en zonas de campo abierto.
El Ejército israelí calcula que, desde el inicio de 2011, unos 340 cohetes y proyectiles de mortero, han sido disparados desde Gaza hacia el otro lado de la frontera. Los últimos ataques han tenido lugar esta semana, y uno de ellos, ocurrido el lunes cerca de Ashkelon, causó heridas leves a una mujer.
Las fuerzas militares del Estado hebreo han respondido a estas agresiones bombardeando varios objetivos de milicias durante los últimos días. Este viernes por la mañana, el Ejército atacó cinco lugares en el territorio gobernado 'de facto' por la milicia Hamás.