"Estoy bastante seguro de que lograremos un acuerdo en febrero, no un compromiso frágil, sino una solución permanente", ha asegurado Juncker en la primera rueda de prensa que ofrece en 2016 para hacer balance de las prioridades y retos de la UE en este nuevo año.
A la luz de los contactos entre las capitales y de su experiencia como "facilitador" en esta negociación, Juncker ha dicho que no es "optimista ni pesimista", pero que, pese a lo "delicado" de la situación, será posible un acuerdo.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea decidieron en diciembre darse hasta la cumbre de los días 18 y 19 de febrero para negociar las condiciones del acuerdo, que incluye cuatro áreas "difíciles".
La más controvertida es la que se refiere a las prestaciones sociales de los trabajadores en Reino Unido y que Cameron quiere retirar a los inmigrantes europeos durante sus primeros cuatro años de residencia en Reino Unido.
Juncker ha advertido, sin embargo, de que hay dificultades en "todas" las áreas, en referencia también a aquellas que afectarían al papel de los parlamentos nacionales, a la zona euro y a los avances en la integridad europea. Por ello ha augurado trabajo "duro" en las negociaciones de las próximas semanas.
Fuentes europeas confían en que en los primeros días de febrero se cuenta ya con una "propuesta de acuerdo por escrito" de la UE a Cameron, para dar margen a la discusión de cara a la cumbre.