Latinoamérica acepta, con las reservas del ALBA, la oferta europea contra la crisis

AGENCIA EFE 13/05/2009 09:00

Todos los participantes en la XIV conferencia ministerial entre la Unión Europea y el Grupo de Río, que hoy se celebró en Praga, suscribieron una declaración en la que expresaron su respaldo a una cooperación más profunda en los dos ámbitos, siguiendo en gran medida las recetas europeas.

Los integrantes de la llamada Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) -Bolivia, Cuba, Honduras, Nicaragua y Venezuela- hicieron público un comunicado separado en el que saludaron el diálogo en esas cuestiones, pero reclamaron "una discusión más amplia y profunda".

"Las soluciones a la crisis económica global deben ser producto de una amplia y participativa discusión; en consecuencia, consideramos que las soluciones ofrecidas no deben provenir del seno de grupos excluyentes", afirma su comunicado.

La discrepancia principal se centra en el papel que se atribuye comúnmente al G-20 para la búsqueda de una solución estructural a las crisis financiera y económica mundiales.

Aunque la declaración euro-latinoamericana de Praga menciona la importancia de que estas cuestiones se aborden no sólo en la cumbre del G-20, sino en "otros foros, particularmente en la Conferencia de la ONU sobre la crisis y sus efectos sobre el desarrollo", los miembros de ALBA no lo consideraron suficiente.

Esa Conferencia de alto nivel, que tendrá lugar en Nueva York del 1 al 3 de junio próximos, "es, por su naturaleza universal y democrática, el espacio propicio para debatir este importante tema", afirma el comunicado de los cinco miembros de ALBA, al que también su sumó Ecuador.

Los países ALBA insistieron en su demanda de "un nuevo orden económico internacional que se sustente en los principios de justicia y solidaridad, y de una profunda transformación de la actual arquitectura financiera internacional".

En el décimo aniversario de la "alianza estratégica" establecida entre la UE y el Grupo de Río, la comisaria europea para las Relaciones exteriores, Benita Ferrero-Waldner, destacó hoy la convergencia de ambas regiones en multitud de temas, pese a las diferencias.

Por lo que respecta a la seguridad energética y la lucha contra el cambio climático, europeos y latinoamericanos concuerdan, a su juicio, en la necesidad de integrar los mercados de la energía, de animar las inversiones e impulsar las fuentes renovables.

"En esto Europa tiene mucha experiencia y vamos a cooperar", aseguró la responsable comunitaria.

Respecto a la crisis económica y financiera, que "ha tenido impacto en todos nosotros" según recalcó Ferrero-Waldner, los cancilleres estuvieron de acuerdo en que se necesitan "medidas coordinadas de estímulo fiscal y monetario" y rechazaron unánimemente el proteccionismo.

La declaración respaldada por la UE y el Grupo de Río pide que en este proceso de recuperación las economías emergentes y en desarrollo, incluidas las más pobres, tengan "más voz y más representación".

Los cancilleres reclamaron "una reforma ambiciosa de las instituciones multilaterales" y la "construcción de una nueva estructura financiera internacional".

En el párrafo dedicado a los flujos comerciales, financieros y de inversión, después de la condena del proteccionismo "en todas sus formas", reiteraron su "oposición a las medidas coercitivas unilaterales que son contrarias al Derecho internacional", en alusión a la legislación estadounidense contra Cuba, un país que hoy se estrenó en este tipo de reuniones como miembro del Grupo de Río.

La declaración subraya también "la importancia de celebrar acuerdos regionales actualmente en curso de negociación que sean complementarios al proceso de negociaciones comerciales multilaterales del programa de Doha para el desarrollo".

Mañana, la "troika" de la UE se reunirá con el grupo centroamericano y pasará revista al estado de las negociaciones con estos países, que se acercan a su momento culminante.

Por el contrario, la reunión que estaba prevista con los miembros de la Comunidad Andina, con la que también comenzó Europa a negociar un amplio acuerdo de asociación, ha tenido que ser cancelada, debido a las disensiones entre los andinos acerca del formato y alcance de la negociación comercial con la UE.