El portavoz del Ministerio de Exteriores, Bahram Qassemi, ha hablado de "malentendido" en el incidente, dando las gracias a las autoridades iraníes por solucionar el asunto, según ha informado la cadena de televisión local Press TV.
Los iraníes, identificados como Nasrolá Ebrahimi, Abdolhosein Gholi Safai, fueron imputados por hacer fotografías de la Embajada de Israel en la capital del país, Nairobi.
Un tribunal local argumentó que las fotografías habían sido realizadas para recabar información de cara a la ejecución de un atentado contra las instalaciones.
La Fiscalía agregó que los detenidos habían visitado previamente una cárcel de máxima seguridad, donde habrían visitado a dos hombres condenados por posesión de explosivos.
Junto a ellos fue detenido un ciudadano keniano que trabajaba como conductor. Todos ellos fueron arrestados en un coche que pertenecía a la Embajada de Irán.
En respuesta, el Gobierno iraní reclamó a Kenia la liberación de los detenidos, asegurando que se trataba de abogados que habían ido al país "para asesorar jurídicamente a sus clientes iraníes".