Alexander Lukashenko realizó las polémicas declaraciones tras disputar una carrera popular de esquí de fondo en Minsk. Aludiendo al titular de exteriores alemán, el presidente bielorruso soltó la frase "mejor ser dictador que gay". Respondía asi a Guido Westerwelle, que recientemente lo calificó como "el último dictador de Europa". Lukashenko recordó el periodo nazi para indicar que ningún alemán puede hablarle a él de dictaduras. Tras conocer las declaraciones, Westerwelle ha asegurado que no van a cambiar su compromiso con los derechos humanos en Bielorrusia. En la cumbre europea celebrada el viernes en Bruselas, los líderes de la Unión acordaron estudiar nuevas medidas de presión sobre Lukashenko, en el poder desde 1994.