Según las informaciones facilitadas por el diario brasileño 'Folha de Sao Paulo', los abogados de Lula intentan revertir la decisión del ministro del Tribunal Supremo Federal, Gilmar Mendes, quien pasó el caso a la competencia de Moro.
"Esta decisión demuestra claramente la intención de la autoridad (Mendes) de constreñir al paciente (Lula), pues busca interferir en los procedimientos e investigaciones policiales que no forman parte de las acciones contra él dirigidas", ha indicado la defensa.
Así, ha argumentado que Lula ha sido además "víctima" de una serie de acciones "arbitrarias" por parte de Moro, entre ellas la interceptación de sus llamadas telefónicas.
Esta semana, Lula fue designado como jefe de Gabinete de la presidenta Dilma Rousseff, pero varias medidas cautelares han evitado que asuma el cargo.
Los opositores dicen que el nombramiento fue diseñado para ayudar a Lula a evadir a los fiscales que lo acusaron de blanqueo de dinero y fraude en relación con la mayor investigación sobre corrupción en la historia del país.