Malabo acude a la CIJ para frenar el proceso en Francia contra 'Teodorín'

EUROPA PRESS 26/09/2012 14:21

Según ha informado la televisión pública francesa TF1, la denuncia ha sido presentada por el abogado representante del Gobierno de Guinea Ecuatorial, Olivier Metzner, con el objetivo de "prohibir cualquier injerencia de Francia en los asuntos ecuatoguineanos".

Por ello, ha reclamado a la CIJ, máxima instancia judicial de la ONU para los contenciosos entre Estados, con sede en La Haya, que obligue a París a "frenar todos los procesos e investigaciones abiertas contra sus más altos dignatarios".

En la siguiente fase, corresponde a Francia pronunciarse sobre la competencia de la CIJ para entender en este caso antes de que el proceso pueda seguir adelante, según la TF1. "En caso de que la República Francesa rechazase la competencia del CIJ, estaría despreciando a las autoridades internacionales", ha advertido el abogado en el texto de la denuncia.

"Francia asume financiera y parcialmente los costes de funcionamiento de la CIJ", por lo que, "si rechaza su competencia, algo que Francia solo ha hecho excepcionalmente, violaría el Derecho Internacional, las resoluciones de la ONU y las Convenciones de Ginebra", ha añadido Metzner.

'BIENES MAL ADQUIRIDOS'

Las actuaciones de la Justicia francesa contra el vicepresidente ecuatoguineano se enmarcan en el llamado caso de los 'Bienes Mal Adquiridos', una investigación por desvío de fondos públicos abierta en diciembre de 2008 contra las familias de los presidentes de Gabón, Guinea Ecuatorial y Congo-Brazzavile.

A principios de agosto, las autoridades francesas embargaron un palacete de seis plantas de París perteneciente a 'Teodorín' en el marco de esta investigación. La Policía francesa ya había registrado el edificio en febrero y confiscado obras de arte y vinos valorados en millones de euros.

El edificio está valorado en unos 150 millones de euros y los investigadores galos han explicado que era la sede de un club nocturno y de una peluquería. El Gobierno ecuatoguineano ha argumentado en todo momento que se trata de una residencia diplomática.