Sindicatos, miembros de partidos de izquierdas, estudiantes e incluso niños se daban cita en el centro de Atenas. Participaron en otra manifestación antifascista tras la muerte de un rapero a manos de un simpatizante de Amanecer Dorado, el partido extremista con representación en el Parlamento griego. Pero los ánimos también los han encendido la policía y la Guardia Costera. Le reprochan su pasividad contra los neonazis. Una marcha cuyo último fin fue llegar a la sede de la formación política, donde los antidisturbios bloqueaban la marcha. Con cócteles molotov han intentado derribar la barrera policial, y han utilizado hasta contenedores y piedras, pero los agentes han impedido con gases su objetivo.