Según informa 'The Washington Post', la instantánea, que fue publicada originalmente en la cuenta de Facebook del fotógrafo, ha generado mucha controversia entre internautas, soldados y otros fotógrafos que sospechan que la imagen está preparada y que es un montaje que tachan de "torpe" intento de corresponsalía de guerra. Según sus detractores, la imagen daña seriamente la reputación de los profesionales y prensa ucranianos dedicados a este tema.
Muravskiy, fotógrafo principiante que realiza esta labor de documentación gráfica de forma voluntaria en colaboración con el Ministerio ucraniano de Defensa, insiste en que la imagen es real y que no está manipulada con herramientas de edición digital, y que tampoco se trata de una puesta en escena, si no que inmortalizó un ataque real.
De lo que no cabe duda es de que todo lo que aparece en la escena es real: el lugar, los soldados, la explosión y el carrito. Asimismo, tampoco parece que se haya hecho ningún tipo de montaje fotográfico para obtenerla. La duda es si de verdad ocurrió como él indica y asegura en una entrevista con dos de los soldados que aparecen en la instantánea, o si todo (la explosión y la ubicación de los elementos en escena) fueron deliberadamente preparados para obtener una fotografía sobrecogedora sobre el conflicto armado ucraniano.