Según relata la publicación Mirror, Brandy Worley mató a su hijo de 7 años, Tyler, y a la hija de 3, Charlee, justo un día después de que su marido y padre de los niños, Jason, le hubiera solicitado el divorcio.
La mujer, que declaró temer perder a los hijos en favor de su marido, se hirió a sí misma antes de llamar a los servicios de emergencias: "Me he herido y he matado a mis dos hijos" dijo.
El marido estaba durmiendo en el sótano de la misma vivienda, en Indiana, en Estados Unidos, en el momento del doble crimen que sucedió en la madrugada del 17 de noviembre. Desde entonces, el hombre ha usado las redes sociales para expresar su dolor por la muerte de sus hijos, que ocurrieron horas después de que él le pidiera el divorcio a la madre. Asegura "haber fallado" por no haber protegido a los pequeños.
La historia ha sido compartida en la web de donativos y crowdfunding, Go Fund Me, donde, en nombre de Jason, el padre, se pide colaboración para cubrir los gastos de los funerales de los pequeños.