El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, ha lanzado este jueves una advertencia a su homólogo sirio, Bashar al Assad, previendo que se enfrentará a un "triste futuro" si no emprende reformas y promueve la reconciliación nacional.
Las autoridades rusas siempre se han mantenido cautas sobre las críticas que lanzaban a Siria, donde desde marzo se producen protestas contra el Gobierno que están siendo duramente reprimidas. Sin embargo, finalmente se sumó al comunicado de condena aprobado ayer por el Consejo de Seguridad de la ONU, del que únicamente se desmarco Líbano.
Medvedev ha sido claro este jueves en una entrevista concedida a la radio Ejo Moskvi y a las televisiones Russia Today (rusa) y PIK-TV (georgiana): "Al Assad necesita urgentemente emprender reformas, reconciliarse con la oposición, restaurar la paz y levantar un Estado moderno". Si no, ha advertido Medvedev, el presidente de Siria se enfrenta a "un triste futuro", informa Reuters.
Pese a las críticas, el Gobierno ruso ha tratado de suavizar su posición en Naciones Unidas a través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores en el que aboga por una solución del conflicto sin injerencias extranjeras. En este sentido, la nota, recogida por la agencia RIA Novosti, señala que resolver las tensiones depende de "los propios sirios" y ha de hacerse "sin interferencias de fuera".
La solución "debería estar basada en el diálogo de toda Siria, ya que es la única forma de resolver el conflicto", ha añadido el Ministerio que encabeza Sergei Lavrov.
Como habían pedido Rusia y China, el texto aprobado por el Consejo de Seguridad es una simple declaración que no obliga al régimen de Al Assad. El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, ha abierto este jueves la puerta a posibles sanciones haciendo hincapié en que si "no cambia nada" en Siria, el Consejo "podría ir más lejos". "No excluimos (Francia) volver a la carga" dentro de una semana "para conseguir un texto más exigente", ha adelantado.