Al parecer, las fuerzas de seguridad atacaron los bastiones de la organización terrorista en las localidades de Lawder y Yafaa y los residentes locales "entraron en conflicto".
Los 'yihadistas' se apoderaron de las provincias del sur de Yemen aprovechando el caos generado por las protestas populares de 2011 contra el Gobierno de Alí Abdulá Salé, que obligaron a las fuerzas de seguridad a centrarse en la capital, Saná.
Desde entonces, el Gobierno de Abdo Rabbo Mansour Hadi lleva a cabo una ofensiva militar, apoyado por Estados Unidos con aviones no tripulados ('drones') y por los grupos tribales, para expulsar a los grupos terroristas de territorio yemení.