Hijo de inmigrantes rumanos que llegaron al Reino Unido a finales de 2009, Mihail habla perfectamente inglés y aunque físicamente es un adolescente acorde con su edad, mentalmente difiere mucho de ellos.
Según cuenta Dover Express, él está seguro de conocer cuál fue el origen del Universo, incluso llega a discrepar en su teoría de la formulada por el maestro Hawking. Su tiempo libre prefiere dedicarlo a escribir una novela y, por supuesto, antes que unas vacaciones en el Parque Astérix se decanta por una emocionante excursión al Versalles parisino.
Frente a esta imagen de niño empollón, su padre, un sacedorte de 36 años de edad nos presenta a un Mihail deportista y social, aunque para ello haya tenido que soportar críticas por la dureza de sus métodos.
Considera que es necesario "empujar" a su hijo a la práctica del baloncesto para que se involucre en la tensión de un juego de equipo. Lo hizo para evitar el hedonismo y la pereza de estar todo el día en casa.
Gabriela, su madre, también lo ve como un ser excepcional. "Tiene tanta imaginación que siempre nos desborda", asegura. Y añade que su fuerza reside en su capacidad de razonar lógicamente las cosas a través de una conclusión apropiada.